Hoy mas que nunca sigue viva esta gran diva de la Buena Vista Social Club “Omara Siempre” su nuevo trabajo que contiene colaboraciones y También destaca la participación especial de la agrupación rumbera Osaín del Monte, el cuarteto de cuerdas Caribe Nostrum, el pianista Orlando Vistel y el quenista argentino Rodrigo Sosa, entre otros.
Es de destacar la gran trayectoria de la Buena Vista Social Club, su nombre originalmente viene de una casa donde adecuaron un club para disfrutar de la música de la época, se llamaba el Club social de Buenavista, todavía se ve la casa vieja desgastada por los años de abandono y contrasta con esa Habana que se congelo en el tiempo con sus autos del año 40 y 50 y sus edificaciones que más parecen a la Alemania rescatada por los aliados en la segunda guerra mundial que esa gran cuidad que fue en la época de oro de Cuba.
La idea era hacer un documental y reunir a varios músicos que habían tocado en este club y su éxito fue tan rotundo que realizaron giras en Ámsterdam, Países Bajos, en 1998. El director de cine alemán Wim Wenders grabó la presentación, seguida de un segundo concierto en el Carnegie Hall, de Nueva York, concierto éste que fue la cumbre del documental que resultó del trabajo de Wenders. Este documental se puede ver en la plataforma de Prime Video de Amazon.
Gracias a Ry Cooder que viajo a Cuba en 1996 a grabar un álbum con Ibrahim Ferrer el Nat King Cole cubano allí nació esta idea que deja una gran huella en la música antillana que tanto amamos. Como dijo una artista famosa “Es que Cuba es una mata de parir artistas”.
Ibrahim Ferrer vivía en un apartamento muy humilde en el corazón de la habana salía todas las mañanas a la calle a buscar que hacer de ayudante, de cantante de tríos y en lo que saliera. Antes de salir le rezaba su oración a San Lázaro, le regaba un toque de perfume y le llenaba su copa de Ron, sus palabras “Y como a mi me gusta el Ron a él también le debe gustar”. Una mañana me fueron a buscar y no me dejaron ni lavar la cara y me llevaron a discos Egren Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (La Habana) hay me encontré con Eliades Ochoa y también estaba Compay Segundo, Rubén Gonzales y de una empezamos a entonar “Candela” un numero que el mismo Ibrahim había hecho popular años atrás en la habana.
Basta con ver la sencillez en la que viven estos músicos en Cuba nada comparado a sus épocas de gloria como es el caso de Rubén Gonzales uno de mis favoritos. El inicio su carrera con uno de los más grandes Arsenio Rodriguez, Rubén este increíble pianista con la orquesta América y sus éxitos como “Todos bailan mi chachachá”, “Bilongo”. Con Los Papines con temas como “Esa me la llevo yo”, “Amo esta isla”. Una de sus ultimas producciones fue “El Chanchullo” y “Introducing Rubén Gonzalez” donde se ve puede escuchar un despliegue magistral de piano, murió en La Habana el 8 de diciembre de 2003.
Máximo Francisco Repilado Muñoz más conocido como Compay Segundo nació en el Siboney Cuba y murió en La Habana el 14 de julio de 2003. Su aporte musical en invaluable Fue el inventor del armónico, un híbrido de siete cuerdas entre la guitarra española y el tres cubano. Sus inicios por allá en los treinta fue vocalista del Trio Matamoros, fundador del legendario dúo los compadres éxito conocido en la costa “Hay un Run Run” una de sus composiciones que mas admiro y disfruto es “Chan Chan” y “El Cuarto de Tula”. Sin duda alguna un proyecto maravilloso el reunir artistas de este talante y trayectoria musical.
Omara Portuondo no tiene presentación una artista única que representa todo lo que es la música cubana, eso que nos apasiona cada vez que escuchamos sus bellas melodías, nacida en la habana en un barrio llamado cayo hueso salud 708 esquina castillejo, su padre fue beisbolista profesional, su padre y su madre cantaban canciones a dúo mientras tocaban el tres, cuando ella tenía solo 8 años y luego era ella quien cantaba con su padre, hoy a sus 88 años sigue vigente. Mi tema favorito uno que interpreta al lado de Chico Buarque “Oh que será”
Cuenta Ry Cooder que el proyecto original de la Buena Vista Social Club era reunir artistas de África occidental (Tribus Carabali) para tocar música con los cubanos, pero estos se quedaron atrapados en le aeropuerto de Paris y no pudieron llegar. Pero al llegar a los estudios de Egren Ry Cooder quedo perplejo al ver esa constelación de estrellas, allí estaban todos esos descendientes directos de los Carabalí, de las Tribus de los ríos de Guinea, de Sierra Leona, de Malagueta.
El fenómeno musical de finales del siglo XX la revancha de la sencillez ante la revolución tecnológica, la victoria del talento, del talento nato, real y verdadero luchando contra el olvido y la desidia, Buena Vista Social Club un legado que no quiere morir.
Un Abrazo Antillano para todos.
By:
Anibal Castro.E